La Canciller Susana Marcorra y ocho ministerios adhirieron a una campaña internacional sobre paridad de género

Mirta Praino en representacion del Foro Mujeres Iberoamerica ha participado de un importante encuentro a la Campaña Intenacional para la Paridad de Genero

   Capital federal, 27 abr (APFDigital) 

- La canciller Susana Malcorra presidió en el Palacio San Martín el acto de adhesión a la “Campaña para la Paridad de Género en la Representación Internacional”, que busca promover la paridad de género en tribunales y órganos internacionales

“La adhesión argentina a esta campaña internacional es una reflexión de la representación de las mujeres a nivel nacional, tanto en el sector público como en el privado, y es una muestra más de la necesidad de empujar esta paridad de género que es una tarea pendiente. El problema del género no es un problema de las mujeres, es un tema de todos”, afirmó Malcorra.

Por invitación de la Canciller, asistieron al acto y suscribieron esta iniciativa ocho ministros del gabinete nacional: de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat Gay; de Turismo, Gustavo Santos; de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Jorge Alberto Triaca; de Modernización, Andrés Ibarra; de Salud, Jorge Lemus; de Cultura, Pablo Avelluto; de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman; de Comunicaciones, Oscar Aguad, junto a la Presidenta del Consejo Nacional de las  Mujeres, Fabiana Tuñez.

“El compromiso de la cancillería argentina, además de adherir y asegurarnos representaciones y nombramientos internacionales más igualitarios, es el establecimiento de un punto focal de género dentro de nuestro ministerio, que es una manera de impulsar una agenda de género, y que procederá como referente, como contralor, que asegure que en cada decisión haya una perspectiva de género, y que siempre pensemos en si hay una mujer que puede ocupar esa posición sobre la cual estamos tomando una decisión”, anunció la Canciller.

Finalizando, Malcorra recordó: “Cuando estuve al frente del Programa Mundial de Alimentos y había que distribuir alimentos, como prerequisito nos asegurábamos que quien recibía el alimento era la jefa de familia, porque esto aseguraba que el alimento llegara a destino. En los lugares más violentos, donde la guerra arrasaba, la última capacidad de retención de un mínimo de respeto y contención social está dado por las jefas de familia, que terminan siendo el sostén de las familia”. (APFDigital)